domingo, 18 de febrero de 2018

DIOS CUIDA A LOS NIÑOS


Día 
Lectura: Éxodo 2:15-21/ Salmo 34:15/ 17:1,7-8

15 Había en Egipto dos mujeres que ayudaban a las madres israelitas cuando iban a tener un hijo. Una de ellas se llamaba Sifrá, y la otra se llamaba Puá. Las dos eran hebreas. El rey de Egipto las llamó y les dijo:
16 —Cuando ustedes ayuden a las hebreas a tener sus hijos, fíjense si nace un niño o una niña. Si les nace una niña, déjenla vivir; si les nace un niño, ¡mátenlo!
17 Pero Sifrá y Puá respetaban a Dios, así que no obedecieron las órdenes del rey.
18 Entonces el rey las mandó a llamar y les preguntó: —¿Qué les pasa? ¿Por qué están dejando con vida a los niños?
19 Las dos mujeres le respondieron: —Es que las mujeres israelitas no son como las egipcias. Al contrario, son tan fuertes y saludables que tienen sus hijos ellas solas, sin nuestra ayuda.
20-21 Como Sifrá y Puá honraron a Dios, él las trató bien y les permitió tener muchos hijos.

¿Me contas?

¿Qué significa la palabra cuidado?   ¿Qué es para vos saber que Dios cuida a los niños? ¿Crees eso?

Te cuento

Te lo voy explicar con un ejemplo,  ¿viste cuando estás  jugando cerca de la cocina o de los enchufes de la tele u otro artefacto eléctrico? ¿Qué te dice mamá, la seño, o la persona que te cuida? ¡Aylin tene cuidado! ¡Te podes quemar!  O  ¡Tomas, tene cuidado que  te puede dar corriente eléctrica! y eso es muy peligroso...

En ese simple ejemplo podemos entender  el significado de la palabra cuidado.

Cuidado significa prestar atención, mirar a tu alrededor, observar,  a una persona, una cosa o una situación.  Aquí vemos que tenemos que tener especial atención cuando jugamos en la cocina porque  si están las hornallas encendidas, de un momento a otro  podemos hacer caer algo y entonces tendríamos un incendio.

A su vez como somos pequeños, casi nunca estamos solos, casi siempre hay una persona que nos está cuidando. Esa persona puede ser algunos de nuestros padres, otros parientes, nuestros maestros y maestras. Lo cierto que esas personas están poniendo toda su atención en nosotros. Están mirando muy bien a nuestro alrededor  que todo esté bien.

Esto me recuerda muy bien la historia que leímos al comienzo. La historia de los bebes recién nacidos y de cómo unas señoras llamadas Sifrá y Puá cuidaron a esos bebes de una muerte segura. Recordemos juntos…

Egipto era un país muy poderoso y  muy grande. En ese país vivían muchas personas del pueblo de Dios, y como el pueblo de Dios se hacía más y más grande en número, el rey de Egipto tuvo miedo de que el pueblo de Dios se levantara en guerra contra ellos. Fue ahí cuando el rey mando a decir a las parteras que eran las como las doctoras que ayudan a nacer a los bebes, si eran niños los mataran pero si niñas las dejaran vivir. ¡Qué terrible! ¡Qué triste!

¿Qué creen que paso? Las parteras eran mujeres que amaban y obedecían Dios, y de ninguna manera hicieron caso al rey ni mataron  a ningún bebe, sino que los recibían en sus brazos y se los entregaban a su mamá para que ella y su familia los cuidara.

¡Qué maravilloso es saber que Dios usó a esas mujeres valientes para cuidar a muchísimos bebes que nacieron en aquella época.  Uno de esos bebes llegó a ser Moisés.

Hoy en día todavía hay personas que aman a Dios y le obedecen y cuidan de los niños pequeñitos, tanto como de los más grandecitos. Muchas de las personas que cuidan de los niños son los mismos padres, otros son los abuelos y las abuelas u  otras personas que ayudan en el cuidado de muchos chicos.

Pero lo más importante es que hay una persona que nos puede cuidar  de una forma muy especial. Y esa persona es Dios. En su  palabra lo leemos muchas veces y en nuestra vida podemos experimentarlo muchas veces más…

Dios siempre cuida los suyos y escucha sus oraciones. Oh Señor, oye mi ruego, muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras. Cuídame como cuidarías tus propios ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas…

¡Qué hermoso es saber que Dios nos cuida de una forma especial! Sí, el lo hace. Él está cuidándote ahora mismo. Tal vez mires a tu alrededor y nos veas más que a tu seño, a tu mamá, a tu hermana o la persona que ahora cuida de vos. Esa es una de las  formas que Dios  tiene de cuidarte…

¿Y si hablamos con Dios?

Querido Dios, gracias por tu cuidado y tu gran amor por amor mí.  Y gracias  también por las personas que pones  a mi alrededor para cuidarme.


¿Qué te parece si  afirmamos esta verdad con esta hermosa canción.

Dios me cuida a mi...